IRA - HOSTILIDAD - AGRESIÓN o Síndrome AHÍ

La Emoción es el concepto que utiliza la psicología para describir y explicar los efectos producidos por un proceso multidimensional encargado del análisis de situaciones especialmente significativas, interpretación subjetiva de las mismas, expresión emocional o comunicación, la preparación para la acción o movilización, cambios en la actividad fisiológica, etc.

La motivación es el concepto que se emplea para describir la energía que activa a un organismo para iniciar y dirigir su conducta (activación), explicar las diferencias en la intensidad de la conducta (vigor y persistencia) y explicar la dirección de la conducta (direccionalidad).

Emociones Primarias: unas cuantas emociones discretas emergen en los primeros momentos de la vida. Son: sorpresa, asco, miedo, alegría, tristeza e ira. Cada una de estas emociones corresponde a una función adaptativa.

Emociones Secundarias: son fruto de la socialización y el desarrollo de capacidades cognitivas. Son también denominadas sociales, morales o autoconscientes. Serian la culpa, vergüenza, orgullo, celos, arrogancia, bochorno, etc. Aparecen sobre los 2 años y medio o 3 años.

Existen diferentes clasificaciones de las emociones, la más conocida es la desarrollada en el los dos libros Emoción y Motivación de Enrique G. Fernández Abascal, Mª Pilar Jiménez Sánchez y María Dolores Martín Díaz (Editorial Ramón Areces). Son: Sorpresa, Asco, Miedo, Alegría, Tristeza, Ira, Ansiedad, Hostilidad, Humor, Felicidad, Amor, Culpa, Vergüenza, Orgullo.

Respecto al origen y procesamiento emocional, son conocidas las teorías de James-Lange y Cannon. Difieren sobre si primero es el estímulo y después la emoción o al procesos es al contrario.
Trataré aquí las emociones Ira-Hostilidad junto con la Agresión.

La Ira es el sentimiento que emerge cuando la persona se ve sometida a situaciones que le producen frustración o que les resultan aversivas (son sus desencadenantes). Es un componente emocional. Conlleva una experiencia subjetiva como son los pensamientos y sentimientos, una activación fisiológica y neuroquímica y un determinado modo de expresión o afrontamiento. Presenta factores moduladores que son la personalidad y el contexto sociocultural en el que se halla la persona. Es muy importante el proceso cognitivo del individuo, o sea su evaluación afectiva y la valoración de la situación. Sus funciones son: desarrollo rápido de conductas de defensa-ataque ante situaciones desagradables o frustrantes y vigorización de la conducta y elevación del nivel de activación.

La Hostilidad está estrechamente relacionada con la ira y la agresividad. Es un componente cognitivo y se contempla como una actitud emocional cognitiva. Podemos definir hostilidad como un sistema de procesamiento de informaciones aversivas sobre otros, que permite movilizar anticipadamente acciones preventivas. La hostilidad implica, cinismo, desconfianza y denigración. Quienes muestran hostilidad tienden a esperar lo peor de los demás y estar siempre a la defensiva creando ambientes en los que predomina la competitividad y la tensión, con lo que estas personas perciben el ambiente como una lucha incesante.

La agresión es un componente conductual de la hostilidad. No tiene unos desencadenantes concretos. Sus funciones son inhibir las conductas indeseables de otras personas, evitar situaciones de enfrentamiento, impulso por hacer algo que elimine o dañe al agente que provocó el sentimiento displacentero. Está relacionada con una disminución de la función serotoninérgica.

La hostilidad y la ira son componentes del patrón de conducta Tipo A (PCTA), relacionado con trastornos coronarios. Existe evidencia empírica y contrastada de la Influencia de las emociones en el origen de una enfermedad. La conexión del PCTA  con la enfermedad coronaria proporciona una fuerte evidencia de una unión directa.

La ira y hostilidad son predictores significativos de trastornos coronarios. La reactividad fisiológica es el posible mecanismo de unión entre ira-hostilidad y salud.

Modelo de Kop

Es un modelo patofisiolólogico de la relación entre factores de riesgo psicológico que inciden en los trastornos coronarios.

Modelo de Kubzanky y Kawaschi

Modelo heurístico. Las emociones influyen en la salud cardiovascular a través de múltiples vías con efectos directos: excesiva activación del sistema nervioso simpático, excesiva activación del eje hipotalámico-pituitario-adrenocortical.

El conocimiento de las enfermedades cardiovasculares ha permitido conocer cuales son los factores que inciden en ellas. Entre los factores de riesgo  clásicos están el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo, hábitos dietéticos inadecuados, así como determinados  factores biológicos (edad, sexo, raza e historia familiar). Según Fernández-Abascal, Palmero y Martín-Díaz, (1998), estos factores no llegan a explicar ni el 50% de los casos.

Los otros factores de riesgo importantes que se han estudiado hacen referencia al estrés psicosocial y a las diferencias individuales en la percepción de los estímulos ambientales estresantes, que actúan de moduladores  sobre los factores clásicos de riesgo.  Los más estudiados han sido el PCTA y el Complejo Hostilidad-Ira-Agresión.

PCTA

Friedman y Roseman encontraron que en pacientes con enfermedad cardiovascular, había grupos de personas que muestran un agudo sentido de urgencia por el tiempo, junto con otras características como irritabilidad, intensidad de la voz, actividad psicomotora intensa, ambición y competitividad, constituyendo un síndrome que llega a ser típico de personas jóvenes y de mediana edad con ECV (enfermedad cardio-vascular), pero que no se presentan en personas que no padecen esta enfermedad.  Definieron el PCTA como: “Un complejo de acción-emoción que puede ser observado en toda persona que esta agresivamente involucrada en una lucha crónica, incesante, para lograr más y más en menos y menos tiempo, y si se requiere hacerlo así, frente a los esfuerzos en contra de otras cosas y otras personas” (Friedman y Rosenman, 1974).

El PCTA es un constructo multidimensional cuyos componentes, actitudes, emociones, motivacions y conductas son actividad psicomotora intensa, tensión muscular facial, Hostilidad, impaciencia, ira, agresividad, motivación por el logro, competitividad, ambición,  urgencia en el tiempo, hiperactividad, necesidad de control ambiental, estilo atribucional interno, etc.

Los resultados de los estudios  muestran la naturaleza multidimensional del PCTA y que no todos sus componentes tienen el mismo peso para determinar el riesgo coronario. Según estudios de Booth-Kewley y Friedman (1987), Matthews (1988), señalan en sus conclusiones que Ira y Hostilidad, especialmente este último (García-León, 1993b), son los predictores significativos de los trastornos coronarios, constituyendo estos componentes aislados dentro del PCTA el Síndrome AHI.

Así el componente de Hostilidad es el más predictivo para determinar el riesgo coronario. Como Hostilidad aisladamente o como componente del PCTA.
Bibliografía:
Calvo, F.; Alemán, J.M.; Alemán, S. y Ojeda, B. (2002). Estudio epidemiológico de los factores de riesgo psicosociales de las enfermedades cardiovasculares: Patrón de conducta tipo A y síndrome AHI. Canarias: Colegio Oficial de Psicólogos de Las Palmas
Fernández-Abascal, E. G.; Palmero, F. y Martín Díaz, M. D. (1998). Reactividad cardiovascular, principios y características. Ansiedad y Estrés, 4 (2-3), 195-206.
García-León, A. (1993a). Patrón de conducta tipo A: Descripción e intervenciones terapéuticas. Revista de Psicología General y Aplicada, 46 (3), 307-317.
Martín, M. D. y Fernández-Abascal, E. G. (1994b). Inventario de reacciones de hostilidad de Buss-Durkee (BDHI). En E. G. Fernández-Abascal, Intervención comportamental en los trastornos cardiovasculares. Madrid: Fundación Universidad-Empresa.
Organización Mundial de la Salud. OMS. (2007). Enfermedades Cardiovasculares. Nota informativa N°: 317. Febrero de 2007.
Sánchez-Elvira, A.; Bermúdez, J. y Pérez, A. (1990). Evaluación de los componentes del Patrón de Conducta Tipo A en la manifestación de conductas hostiles. Evaluación Psicológica 6, (2), 233-253.
E.G. Fernández-Abascal y col. (2003). Emoción y motivación. Edit Centro de estudiós Ramón Areces.

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